Los SILAP: municipios que le apuestan a la conservación

Panorámica de Sonsón, uno de los municipios
que cuenta con sistema local de áreas protegidas
en el Oriente Antioqueño. © *Iván Erre Jota* / Flickr
El pasado 29 de agosto, en la sede de Cornare (Rionegro), se llevó a cabo el Primer Encuentro de Experiencias SILAP del Oriente Antioqueño, organizado por esta autoridad ambiental. Ahí, representantes de las administraciones municipales del Oriente Antioqueño escucharon atentamente las experiencias de los sistemas locales de áreas protegidas de la región: Sonsón, San Luis, San Carlos, Cocorná y Envigado.

A este intercambio se sumó el caso del SILAP de Carolina del Príncipe, perteneciente a la jurisdicción de Corantioquia. Iván Muñoz, secretario de Medio Ambiente del municipio de Gómez Plata y miembro de este SILAP de Carolina del Príncipe, relató como el sistema local de áreas protegidas surgió a partir del trabajo de diferentes grupos de la comunidad que, en 2012, prendieron las alarmas ante el interés de compañías en proyectos exploratorios de minería a cielo abierto en su territorio.

“Con esta inquietud y de tanto investigar, nos dimos cuenta de que no conocíamos nuestro territorio. Queríamos protegerlo, pero no sabíamos qué teníamos que proteger. Nos decían que lograr una declaratoria era complejo”, compartió Muñoz. Pero cuando se enteraron de las estrategias locales, participaron y ganaron la convocatoria Conserva Colombia. Con esos recursos crearon el sistema municipal de áreas protegidas, ahora SILAP. Hoy, los relictos de bosques húmedos premontanos, montanos bajos y los cordones forestales alrededor de los embalses del municipio están siendo conservados gracias a los esfuerzos de este Sistema Local de Áreas Protegidas- SILAP. Aumentados en áreas de ecosistemas estratégicos en no menos de 500 hectáreas, así como acciones de restauración ecológica, entre otras.

El Acuerdo 5 de los Diálogos por la Custodia del Agua logró el compromiso de 15 municipios del Oriente Antioqueño para la creación de sus SILAP y la Gobernación de Antioquia. Un reflejo de ese compromiso es este encuentro realizado, como parte de su propuesta de una ruta regional para la identificación de avances y gestiones con la autoridad ambiental (Cornare) para priorizar los municipios a los cuales se apoyarán en la creación de sus SILAP el próximo año. También se contemplan gestiones con la Gobernación de Antioquia, pues ambas instituciones son las competentes para apoyar el desarrollo de estos SILAP.

“Este evento logró un diálogo interinstitucional en torno a la conformación de los SILAP en el Oriente Antioqueño y la ratificación del interés de la Gobernación, de Cornare y de los municipios de Alejandría, San Luis, Guatapé, Sonsón, La Ceja, Granada, San Vicente, Abejorral, Santo Domingo, El Retiro y Marinilla, para conformar y/o fortalecerlos sus SILAP”, comentó Dora Milena Zapata, especialista en Gobernanza de WWF-Colombia. “También fue muy importante el intercambio de conocimientos en torno a conceptos como áreas protegidas, conservación, mecanismos o instrumentos para gestionar e implementar procesos de conservación en la región. Se trata de fortalecer y poner sobre la mesa la necesidad de conservar los ecosistemas de la región”.

Muñoz considera que contar con este tipo de espacios “es empezar con pie derecho” porque crear y gestionar un SILAP no es “aplicar la receta de otro municipio. Cada uno debe determinar una metodología apropiada para su SILAP y contar con recursos suficientes desde la institucionalidad. Por eso, ejercicios de intercambio como el del Encuentro SILAP, toma mucho valor”.

En los SILAP puede estar la clave del éxito del Sistema Nacional de Áreas Protegidas; Por un lado, “los municipios al articular sus áreas protegidas a través de los SILAP, pueden incluir también áreas de interés vitales para garantizar la permanencia de ciertos servicios ecosistémicos como la disponibilidad de agua; y se “blindan” dentro del plan de ordenamiento territorial, como ecosistemas de importancia para el municipio”, explicó Elsa María Alvarado, coordinadora del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare.

Por ejemplo, muchas zonas de protección de los acueductos municipales y veredales no están declaradas como áreas protegidas; pero, al incluirla en el SILAP se le protege frente a otros usos y, por ley, deben conservarse, ya que aquellas zonas de nacimientos de agua y acuíferos son de importancia estratégica. Estas, además, facilitan la creación de corredores de conectividad (fauna, restauración ecológica, etc.). Adicionalmente, al estar en el plan de ordenamiento territorial y el plan de desarrollo del municipio, se les debe asignar un presupuesto.

Para Claudia Sánchez, profesional especializada de la Dirección Territorial Andes Occidentales de Parques Nacionales Naturales exalta que “las áreas protegidas de carácter regional y local no son menos importantes que las nacionales, como tampoco los esfuerzos privados o las estrategias complementarias de conservación que no están dentro del RUNAP”. Estas áreas “cumplen una función esencial al ser voluntarias: es el ciudadano que, en su pensar y en su modo vida, lleva la conservación y el trabajo en comunidad”.

De acuerdo con Muñoz, no se puede centralizar la sostenibilidad de los SILAP solo en las entidades públicas. Por ello, recomienda a los municipios del Oriente Antioqueño “identificar a las comunidades empoderadas e interesadas en participar en la conservación, así como los ejercicios que, desde lo privado, ya lo hacen: el señor que tiene una reserva y hace ecoturismo, el vivero de especies nativas que colecta del mismo bosque. A la hora de hacer un SILAP, es necesario trabajar de la mano con ellos, porque a la larga son quienes van a darle sostenibilidad al sistema. Los funcionarios públicos pasamos, pero las comunidades se quedan”.

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